miércoles, 2 de diciembre de 2015

7,8.- Control de Calidad en Mamografía

CONTROL DE CALIDAD EN MAMOGRAFÍA

El control de calidad comienza desde la adquisición del equipo, ya que este debe cumplir con las especificaciones necesarias para la toma del estudio, las cuales son proporcionadas por el fabricante y que deben estar disponibles al usuario. Después de la instalación, el equipo debe pasar por las pruebas de aceptación, en donde se verifica que los parámetros especificados por el fabricante cumplen satisfactoriamente. Una vez instalado el equipo, se realizan las pruebas de control de calidad por parte del físico médico para establecer los valores de referencia, los cuales servirán para comparar los resultados obtenidos posteriormente ya sea de forma rutinaria o después de alguna reparación y/o mantenimiento del equipo. Con los controles de calidad rutinarios se pueden detectar fallas en el sistema y corregirlas a tiempo, evitando así un gasto excesivo de recursos en el caso que se llegara hacer más grande la falla.



El tecnólogo radiólogo, por el conocimiento que tiene del equipo debido a su uso rutinario, es la persona indicada para realizar las pruebas más sencillas de control de calidad de alta frecuencia, que pueden ser diarias, semanales, mensuales o trimestrales. Mientras que las pruebas más elaboradas, que tienen una frecuencia mayor o igual a seis meses, son realizadas por personal especializado en control de calidad.


La formación de la imagen es un proceso encadenado que involucra todos los elementos del sistema, esto significa que si uno solo de estos elementos falla, la calidad de imagen se verá afectada reflejándose como disminución de contraste ó resolución, y aumento de ruido ó dosis de radiación. Es por eso la importancia de evaluar de forma rutinaria cada uno de los elementos que influyen en la calidad de imagen.

CONCLUSIÓN

La mamografía es una imagen radiográfica de la mama siendo la única técnica radiográfica donde sólo se necesita observar tejidos suaves, sin presencia de hueso, para encontrar alguna anomalía que pueda sugerir enfermedad.
Es por excelencia la herramienta de diagnóstico para detectar cáncer de mama en etapas tempranas. Esta característica hace que la imagen deba tener la sensibilidad necesaria para detectar anormalidades, y la especificidad precisa para clasificar las lesiones sospechosas de malignidad.
Para poder lograr esto, es necesario que las imágenes proporcionen el contraste adecuado entre los tejidos que componen la mama y la resolución espacial para poder observar elementos de algunas centenas de micras (µm) que pueden ser sugestivos de malignidad (microcalcificaciones). Por ser un estudio que involucra radiaciones ionizantes, se necesita que la cantidad de radiación utilizada sea la suficiente para producir una imagen de alta calidad y que la dosis de radiación impartida sea lo más baja posible, para mantener los estándares de protección radiológica adecuados.


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